Al fin

Tras hablar con Taylor e ir a dar un paseo y tomar el aire, volvi al hotel para recoger las cosas y avisar en recepción que me iba ya de allí.
Despues de unos minutos llegue enfrente de una gran edificación: la cademia. Avance lentamente hasta encontrarme con dos hermosas puertas cerradas, con cuidado las abri entrando en el hall y viendo a mucha gente caminar tranquilamente, sin preocupaciones; me quede allli parada, con mis maletas en el suelo y estudiandolo todo con la mirada.

Había ido a investigar los libros de la biblioteca, ya que quizás alguno me interesase, y así fue, volvía a mi despacho cargado de libros, tantos que apenas veía por donde iba.Estaba cruzando el hall cuando choqué contra algo y caí al suelo con todos mis libros, uno de ellos se abrió de par en par y tapó mis ojos.

De pronto algo interrumpio mis pensamientos, cerca de donde yo estaba había un chico en el suelo rodeado de libros, deje las maletas donde estaban y me acerque hacia él.
- ¿Estas bien? -pregunte agachandome y recogiendo alguno de los libros que había a su alrededor-.

Aparté el libro de mis ojos para ver el techo de la sala, luego me levanté aturdido. Miré todos los libros esparcidos por el suelo, una joven se acercó y comenzó a recoger mis libros.
-Sí, estoy bien, muchas gracias.-dije sonriendo, mientras recogía los libros.-Siento las molestias.

Le mire y sonrei.
- Tranquilo no son molestias, además mientras pueda ayudar, me siento útil-rei y luego mire todo los libros ya amontonados- ¿no te resultaría mas fácil hacer dos viajes para llevar todos estos libros?

-Sí, pero tardaría más y la idea de volver no me agrada...seguramente me llevaría más libros.-reí.-¿Eres una alumna nueva?

Rei.
- Si, acabo de entrar ahora por la puerta -dije sonriendo- aquellas maletas son miás -señale mis dos maletas que aun se encontraban enfrente de la puerta- ¿tú llevas mucho aqui? -era joven, aunque no tanto como yo, era mas mayor-.

Me reí por su comentario.
-Sí, hace poco que llegué...aún me estoy acostumbrando...-dije con timidez, la cual tenía que superra antes de las clases.-Aún solo voy de la biblioteca a mi cuarto...

- Creo que eso explica que vayas cargado de libros -dije sonriendo- Aunque me resulta un poco raro que solo vayas a la biblioteca... ¡este lugar es gigantesco! -dije señalando alrededor y bastante alto-

-Lo sé, pero debo preparar las clases...-dije sonriendo.

- ¿Clases? ¿Cuando empiezan? -dije, no me apetecía entrar ya en las clases, odiaba cuando las vacaciones terminaban- ¿tú no eres un alumno no? -dije preguntandole para aclarar mis dudas, aunque ya als tenía casi acalradas-.

-No tengo idea de cuando empiezan, pero mejor prevenir que curar...sí, no soy un alumno, soy un profesor, aunque solo ten ga la edad límite, supongo que por eso debo acostumbrarme a este tipo de confusiones...demasiado joven, ¿no?-sonreí.

Sonrei.
- Personalmente prefiero profesores jovenes que viejos con arrrugas en su frente que intentan hacer bromas de las cosas que no las tienen -dije tras cesionarme de que no había ninguno de estos "viejos" escuchando cerca, sino tendría mas de un problemilla- vosotros estais mas recientes a nuestra época, no sois seres prehistoricos, y nos comprendeis mejor -sonrei-.

-Bueno, mi edad se asemeja bastante a la vuestra, no hace un siglo que tuve vuestra edad.-sonreí.-Intentaré hacerlo lo mejor posible.

Sonrei, tampoco creia que tuviera mas de venticinco.
- Y... ¿de qué das clases? -dije sonriendo con curiosidad-

-Pues de Educación Física.-sonreí.-No es muy difícil pero me gusta.-dije y me encogí de hombros.-¿Cuántos años tienes?

Sonrei.
- Igualmente para poder dar clases de Educación Física hay que estar en buena condición y eso es díficil -le mire- sobretodo si lo tuviera que hacer yo... espero que contigo me resulte más fácil la clase -recorde al viejo hombre gruñón que nos daba Educación Física y nos hacía correr, hasta por el barro, con asco-. Respondiendo a tu pregunta tengo diecisiete años -sonrei alegremente-.

-Vaya, que mala pata, ¿eres poco deportista?-sonreí.-Intentaré que las clases sean lo más amenas posibles.

- Soy lo normal, si me mandas juego a cualquier deporte, que lo haga bien o mal es otra cosa -rei- ahora lo de hacer abdominales y esas cosas... -puse una cara extraña que supuse que se entendería-

Me reí.
-Perdona...creo que aún no se tu nombre...yo soy Evan Christensen.-sonreí con timidez.

Tenía razón llevaba hablando con él varios minutos y ni siquiera sabía el nombre de mi profesor.
- Es verdad -rei- soy Emily -dije devolviendole al sonrisa-.

-Pues, encantado de conocerte Emily, espero que nos llevemos bien.-sonreí más ampliamente.-También espero llevarme bien con los demás alumnos...-susurré.

- Claro que sí, yo soy una alumna muy buena y aplicada -dije con una pequeña sonrisa inocente- y los demás tambien seran así seguramente, excepto por uno o dos, que siempre seran los "chulitos" -dije haciendo comillas con los dedos-.

-Los chulitos son mi especialidad.-dije y reí maliciosamente.-¿Conoces a algún alumno más?, porque no me vendrían mal consejos o información.

- Personalmente solo conozco a uno, es algo chulito pero no como los "chulitos" -rei- tengo ganas de ver que les haras a esos insufribles -sonrei imaginandome mil formas de torturar a esos chicos-.