La llegada de Michelle.

Tras un camino no muy largo llegamos a la academia, la noche aún cubría la ciudad. Cuando entramos la luz de las lámparas deslumbró mis ojos, por lo que parpadeé un par de veces.
-Bueno, esta es la academia, ¿increible no?

-Es preciosa. Creo que esto es bastante mejor que mi hotel en Nueva York.

-Si quieres, me aprendo yo el camino-bromeé mientras posaba la maleta en el suelo-. Supongo que en unos días me acordaré de todo.

Me reí.
-Creo que ese no será mi caso, espero llegar puntual a las clases...-aquello fue un oensamiento mas bien expresado en alto.

-Bueno, dicen que la impuntualidad es elegante, aunque a tí no te quedaría bien-observé, echándole un vistazo de arriba a abajo.

-¿Qué?,¿por qué no?, no me digas que ahora soy la excepción.-dije y la miré.-Si es elegante lo utilizaré amenudo.

-Vamos, tienes una pinta de niño bueno que no se te quitaría jamás-ladeé la cabeza-. Es una de las cosas por las que eres tan mono.

De nuevo me sonrojé.
-¿De veras piensas que decirle estas cosas a tu profesor esta bien, Mitchie?

-Bueno, supongo que depende del profesor, ¿no? Además seguro que te gusta recibir algún que otro halago de vez en cuando.-dije, echando un vistazo alrededor.

Sonreí.
-Puede que sí.-dije observando los pasillos.-¿Alguna idea de por dónde ir?

-No sé. ¿No se supone que eres tú el que ya ha estado aquí y que me tienes que guiar a mi por toda la escuela?

-Sí, eso se supone...pero si algo has de saber de mi es que la orientación en mansiones como esta no es lo mio y menos en el segundo día...-me reí.

Le miré con un deje burlón en los ojos.

-Vamos, que eres un poco torpe. Tendrás que pedirle a alguien un plano de la casa para no perderte.

-Sí, posiblemente.-me reí.-No soy un buen ejemplo...

Vi un cartel pegado a la pared. Sonreí y lo señalé con un dedo. Luego, me acerqué a Evan y le cogí la mano.

-¿Vienes conmigo al baile?-dije poniendo morritos.

Me sonrojé.
-¿A-a dónde quieres que vaya?-pregunté sorprendido.

-Al baile, por supuesto-arranqué el cartel de la pared y se lo di-. ¿Ves?

¿Baile?, nunca había ido a uno, sería el primero, quizás sea divertido.
-¿De verdad que quieres ir conmigo en lugar de con algún alumno?-pregunté sorprendido.-No soy demasiado divertido y ¿está permitido?

-No veo ningún lugar donde ponga que no podamos ir juntos.Seguro que me lo paso muy bien contigo-le sonreí.

-Pues, entonces estaré encantado de ir contigo, si es lo que quieres.-sonreí.

-Claro que sí. Más te vale ir guapo el sábado.

-Esta bien, pero lo mismo te digo.-sonreí.-Será divertido, o eso espero, hace mucho que no bailo.

-¿A caso lo dudas?

Le cogí una de las manos y giré sobre mi misma.

-Yo te llevaré.

-Vaya, la alumna enseña al profesor, esto es muy interesante.-sonreí con dulzura.-Eres increíble Michelle.