Conociendo a Cornelia.

La nueva chica y yo, tras abandonar la azotea nos dirijimos a la cafetería y nos acomodamos en una mesa espaciosa del fondo. No pedí nada que tomar.
-¿Y...conoces ya a algún profesor?

-No la verdad aún no conozco a casi nadie.-respondí sinceramente.

Sonreí.
-¿Y ese chico de antes y tú os conoceis de antes?-pregunté,m esperaba no parecerle entrometida.

-Si es con la persona que he estado más tiempo desde que llegué.-no pude evitar ponerme colorada.

Sonreí con picardía.
-Ah, él te gusta,¿lo sabe?.-sonreí y le señalé.-¿Y estais juntos?

-Si,tuvimos algo más que palabras.-me gustaba a ver encontrado una amiga otra vez a la que poder contar mis cosas-aunque no se como esta lo que tenemos.-dije algo confundida.

-Siento si pregunto mucho...¿has dicho qué él lo sabe verdad?-dije sonriendo.-Vaya, no esta muy claro lo que sois...eso es muy duro, creo que me pasa algo parecido.-sonreí.-Él parece muy amigo de Emma.

-Si son amigos pero no le pudo reprochar nada después de que le besé en la enfermería me besé con Ciro.¿Has dicho que a ti te pasa algo parecido.?-Le pregunté.

-Nose supongo que tenemos que aclarar cosas.Arianne puedo preguntarte que te pasó hace dos años,no pasa nada si no quieres contarmelo pero soy telépata y no puedo evitar escuchar ciertos pensamientos a pesar de intentarlo.-le pregunté timidamente.

-No importa.-dijé desviando la mirada.-Hace dos años descubrí mi poder...al principio solo pasaban cosas extrañas si alguien se metía conmigo...mis padres me internaron en un hospital, pensaban que estaba loca, quizás enferma...llegué a creerlo, al final si enferme, intenté hacer cosas de las que no quiero hablar...-dije recordando todo lo ocurrido.-Fingí una recuperación y aquí estoy.

-Oh,lo siento mucho de verdad Arianne.-la abrazé intentando reconfortarla.-Ahora ya nadie te juzga estamos a salvo.-

-Sí, lo sé, por eso me gusta este lugar.-dije y sonreí al ver que Cornelia era estupenda, seríamos grandes amigas.

-Bueno mi poder es la telepatía.¿pero cual es el tuyo?-le pregunté podría leer su mente y saberlo todo sobre ella pero no me parecía muy ético.

-Controlo el agua, es algo poco sorprendente, pero me gusta.-sonreí.

-Poco sorprendente no lo discribiría así.-contesté ensimismada en mis pensamientos.

-¿Tu eras telépata?,¿verdad?-pregunté.

-Si.Lamentablemente.-dije apenada.

-¿Por qué?, eso debe ser genial, saber lo que piensa la gente...-dije sonriendo.

-No creas es enloquecedor y hay pensamientos que a veces preferirias no escuchar.-le confesé.

-Ya veo...debe ser molesto.-dije seria.

-Quizás tengas razón y sea mejor no escuchar los pensamientos de los demás...-dije seria, aunque querría saber que piensa Lex, le echaba de menos.

-¿Por qué no le vas a ver?-le pregunté.

-¿Eh?,¿a quién?-pregunté.