Un día sin nada que hacer

-Que graciosa, ya de paso me pinto los labios.-dije bromeando.-Creo que ya no quiero ser como tú...

- Oh, has herido mis sentimientos, estas diciendo que yo no soy un buen ejemplo a seguir, eres muy insensible -dije fingiendo estar enfadada aunque riendome por dentro-.

-Lo sé, solían decirmelo.-dije orgulloso.

Lo mire fijamente, con cara de enfado me hacia gracia.
- Que sepas que yo soy un gran ejemplo y tu no te parecerias a mi ni en millones de años, porque soy muy dificil de imitar -.

-Haré un casting y encontraré a alguien como tú.-la provoqué.

- Soy única listillo, haz los castings que quieras pero no encontraras a nadie que se me parezca ni en un millon de años -dije seriamente observandolo mal-.

-Es una de las posibilidades, pero si encuetro a una chica que se te parezca al menos físicamente podré decirle como eres y podrá imitarte.-me reí.

Lo mire todo lo mal que mis ojos pudieron ponerse y me cruce de brazos sin emitir ni una sola palabra, intentando mostrar mi enfado, fingido claro, pero él no tenía porque enterarse.
- Me las pagaras, por meterte con mi persona -dije rompiendo mi silencio pero sin abandonar mi postura-.

-No te enfades de esa manera, te enfurruñas como una cría pequeña.-me reí.

- Para tu información estoy fingiendo mi enfado -rei- y no parezco una cria enfurruñada, en todo caso sere una chica muy simpatica e inimitable enfurruñada.

-Lo que tú digas, es imposible discutir contigo...-dije bebiendo un trago de mi ya no tan fresca cerveza.-¿Por qué no te enfadas?, se supone que las personas de nuestra edad son inmaduras normalmente, las chicas de mi instituto se enfadaban, me odiaban, me contestaban o incluso quedaban conmigo a veces.-me reí al decir esto.

Rei.
- Quizas sea porque yo no soy una chica corriente de instituto, y no soy inmadura, guardo un pequeño toque infantil que me ayuda a enfrentarme a algunos problemas dificiles; además soy muy diferente a las chicas de tú instituto por la sencilla razón que comparto contigo -sonrei mirandole, estaba orgullosa de mi capacidad- Y respecto a lo de quedar contigo... estaban locas -bromeé-.

-Bueno, cada una tiene sus gustos.-me reí.

- Excusas -rei- No, eres muy simpatico por eso querian salir contigo las chicas y te odiaban por meterte con ellas... seguramente -sonrei aun riendo-.

Me reí.
-No me metía con ellas, simplemente algunas se escondían de mi.-me reí.-Tener la fama de nió malo en todo el instituto es un buen imán o un buen repelente para las chicas, no solía metrerme con ellas.-me reí.

- Claro yo soy la excepcion, conmigo si te metes -dije poniendo morros- a todas las chicas les gustan los chicos malos, en gran o menor medida asi que lo de repelente para las chicas... creo que ellas se hacian las interesante y que morian por ti -dije haciendo gestitos idiotas-.

-La excepción, sabes no me gustan las excepciones.-dije y me reí.

- Las excepciones como yo molamos -dije riendo- aunque si me dices que no soy la única con la que te metes podre respirar tranquila al saber que por lo menos otros sufren tus bromas -sonrei riendo-.

-Pues no lo sé, porque hace poco que soy bromista. ¿Sufre alguien más tus respuestas?-bromeé.-Me aseguraré de que vaya a un psicólogo.

Le mire mal de nuevo, se estaba volviendo a meter conmigo y yo terminaria volcandole la cerveza en la cabeza.
- Las sufría mi madre y mi hermana sobre todo, la almohada lo que sufría era mis gritos -rei sin dejar de mirarle mal-

- Mi almohada me queria mucho, pero la pobre se quedo en mi casa, ahora la que sufre es la del hotel, porque me oye cantar y no le ha dado tiempo a acostumbrarse a mi -ya había desistido de fingir enfados, no me salian igualmente-.

Comencé a reírme, luego miré el reloj, ya era muy tarde.
-Oh, mierda.-me quejé.-Tengo que irme ya, lo siento. Espero que nos volvamos a ver por la academia Emily, ha sido un placer.-sonreí y me levanté.-Ah...y, no sigas traumatizando almohadas...

- Si, nada mas que descubra cual es tu habitación ire a traumatizar a la tuya, asi ella no te dejara dormir -rei- Nos veremos otro día -dije despidiendome de él-.