Dolor.

Tras abandonar la habitación me di cuenta de que no sabía nada sobre aquel lugar y mucho menos que hacer o a donde ir.Caminé por los pasillo con tranquilidad, fue entonces que de nuevo me abatió el dolor de la herida en mi hombro y con un gesto de dolor me apoyé junto a la pared. Miré hacia la puerta que se encontraba a apenas unos pasos de mi, en el cartel que coronaba la puerta podía leerse perfectamente: Enfermería. Entonces abrí la puerta y dejando mi mochila junto a una cama, me quité la chaqueta y me tumbé sobre la mullida superficie cubierta por sabanas blancas, el dolor era ya casi inolvidable en cualquier momento, cada vez era más fuerte e insoportable. Coloqué una mano sobre mi frente y mi rostro se crispo. <<Mierda>>pensé.

Al llegar a la famosa Academia en la que había decidido pasar el tiempo desde ahora me dirigí a la enfermería,me dolia un poco la cabeza,entré.Había un joven tumbado.
-Oye tú

Alguien entró y me habló, era un chico, quizás de mi edad o mayor.
-¿Qué quieres?, si vas a echarme puedes irte por donde has venido porque no me encuentro bien y yo vi esta cama primero asi que elige otra o piérdete.-dije un poco malhumorado, quería descansar.

-No quiero esa cama,sólo quiero saber si tienes una aspirina o algo,la cabeza me está matando.-Dije.-¿Tienes un cigarrillo?
Le miré nervioso,la cabeza me dolía a horrores,quizás un poco de tabaco me ayudase.

Le miré, era un chico de quizás unos pocos años más que yo.
-No, no fumo...morirme no es mi deseo y menos por fumar...pero si quieres tengo fuego.-dije y me reí.

Me encuentro delante de la puerta de enfermería si lo pienso no es muy normal llegar a un sitio e ir a la enfermería nada mas entrar.Pero ese cúmulo de sentimientos,pensamientos no son como los del resto de la gente son más intensos y me están volviendo loca.Al otro lado de la pureta oigo voces.Genial/i]-pienso-[i]más pensamientos para oir.Pero no puede ser peor que aquí fuera entro como un huracán en la sala y cierro la puerta y con ella ese océano de pensamientos.

Ví a una chica de cabellos castaños entrar.
-Hola.-Dije,le dediqué una de mis mejores sonrisas.

-Hola-respondo.No antes sin haber evaluado sus pensamientos.El primero es un chico moreno de ojos azules como océanos y el otro es un chico de rostro aniñado y dulce y con unos preciosos ojos verdes.Sus pensamientos son la propia imagen de su aspecto físico, a ambos les he impresionado y ambos se preguntan quién soy.No les hago esperar mucho.-Mi nombre es Cornelia.¿y vosotros os llamais..?-.A pesar de saber sus nombres por sus pensamientos espere con la mayor expectación con la que fui capaz de actuar sus respuestas.

-Yo soy Ciro Di Benedetto,encantado.-Dije.
La chica era muy educada la verdad,seguramente me agradaría su compañía.

-Taylor Cleiff, ¿qué haces aquí?-pregunté de una forma bastante educada para ser yo, era una chica muy guapa, con profundos ojos oscuros. La miré con atención.

-Huyendo.-dije.Al ver sus reacciones me encargue de matizarles cual era mi don.-Soy telépata y la gente de esta academia tiene unos pensamientos atronadores y me estaban volviendo loca.Pensé que aquí no habría nadie pero me equivoque.Por cierto ¿me podrias ayudar a encontrar mi habitación?.Les pedí su ayuda porque por primera vez no me miraron como si fuera una triste niña rica que se inventa lo de su telepatía para llamar la atención de sus padres.Y los más importante no pensaron que me lo inventaba como incluso habían llegado a pensar los que supuestamente formaban parte de mi más íntimo círculo de amigos.

-Acabo de llegar a la academia, aún no se si estoy admitido, me trajo una estudiante, pero me gustaría saberlo y tener una habitación. Telepata, muy interesante...¿y qué os trae a esta academia?,¿cuántos años teneis?, contadme lo difícil que os ha hecho la vida vuestro poder, si esque os pasa lo mismo que a mi, claro-dije con una sonrisa con cierto toque de chulería, posiblemente me llevaría bien con ellos, el joven, Ciro, parecía tener un caracter parecido al mío, parecía también un chico rebelde y ella parecía inteligente además de tener un encanto especial, su aspecto le hacía parecer indefensa, pero quizás no lo fuese, solo parecía decepcionada con como la había tratado la vida, como yo.

Este chico me impresionaba sabia lo que me pasaba y habia pasado por probelmas tan parecidos a los mios.Yo tampoco se muy bien si estoy admitida.En realidad el motivo por el que me encuentro aquí es porque estaba harta de que la gente a la que quería,incluyendo a mi novio,bueno exnovio, pensara que me inventaba lo de mi telepatía y que era una escusa para llamar la atención de mis padres tan ocupados en sus trabajos y eventos sociales.A veces odiaba ser una niña rica.Tengo 16 años ¿y vosotros?,¿cuales son vuestros dones y que os trae por aquí?

-Vaya, así que una niña rica...-sonreí.-Como podrás ver en mi mente, mi habilidad es el fuego...y lo que me trae aquí puede que sea lo mismo que a ti...un mundo perfecto, una casa perfecta...yo también soy un niñito rico, todo lo que me rodeaba mentiras, amigos interesados y para encima como decía mi padre era la oveja negra, el chico malo que solo hacia cosas mal y gamberradas,supongo que quería que fuese un niñito pijo como los demás, ni siquiera era mi padre de verdad, me peleé con él harto de tantas farsas, lo quemé todo, la casa...lo cierto es que me gusta mi poder...lo descubrí hace dos años y me encanta, me ayudó a huir de todo-dije y mi sonrisa se borró, aún así la miré directamente a los ojos.-Tengo 18 años.

Su mirada me hirbio la sangre.Si estaba claro que su don era el fuego.-Sinceramente yo era la hija perfecta yo encagaba perfectamente en ese mundo ideal,todas las chicas querían ser como yo,iba a las fiestas más exclusivas.... pero siempre oi cosas al principio hice lo que mis padres dijeron no se lo dije a nadie,fui a los psicologos de mayor prestigio de los estados unidos y nada esas voces no se callaban era horrible al final con doce años se lo conte a mi círculo íntimo de amigos y sus pensamientos cambiaron respecto a mi, como mis padres,me tomaron como una niña malcriada que solo buscaba atención.Y sabes Taylor ya me he cansado de ser la niña buena-y le sonreí.

-Pues vereis pequeños aristócratas,yo soy de una familia bastante humilde,tengo 18 años,mi poder es controlar las sombras y mi vida a sido difícil ya desde su principio.-Dije mientras comenzaba a desabrocharme la camisa y mostrar mi cicatriz.-Mi hermana me quería mucho.-dije con ironía.
Les sonreí.

-No me lo puedo creer ¿tu propia hermana te hizo eso?No creo que Agatha,mi hermana pequeña la cual tiene cinco años,me hiciera eso.Es horrible.-Mi expresión se ensombreció-Es realmente cruel.Bueno por lo menos no echaras de menos a la gente con la que vivias.Cosa que yo no soy capaz de evitar.

-Creeme lo único de lo que me arrepiento es de no haberme vengado de ellos.-Dije.-Nunca me sentí uno más de esa familia.He aprendido a cuidar de mí mismo pero no te digo que no necesitase una madre que me cuidase cuando estuviese enfermo o un padre que me ayudase con las chicas,así me ha ido,estoy hecho todo un golfo.

-Eso es realmente horrible.Mis padres nunca me dieron la espalda,es verdad, que estaban ocupados y que me hubiera gustado estar aún más tiempo con ellos pero sus hijas eramos lo primero.Pobre Ciro-realmente me conmovió su historia,haber pasado por eso y casi sin tener recursos era horrible.

-Pero ya ves,aquí estoy,no he muerto,aún no se como sobreviví con la herida que tenía gracias a mi hermana,solo sé que me moví a la deriva varios días y finalmente me desmayé,cuando desperté ya estaba cicatrizada...no sé que pasó.

-No creo que le tengas mucho aprecio a los humanos¿no?.¿Como conseguiste llegar hasta aquí?¿Y tus padres no les importó que te fueras de casa?Mis padres no saben donde estoy,me escapé y lo único que les deje fue una nota diciendoles que me iba a Europa que ya no podía seguir con esa farsa-se lo confese a ambos y no puede evitar angustiarme al saber el daño que les había hecho.Añadiendo el hecho de haber mentido a mis padres cosa que nunca habiá hecho porque nunca tuve motivo.

Escuché con atención la historia de Ciro, los tres lo habíamos pasado muy mal, luego Cornelia habló, la escuché, su rostro se volvió triste. No soportaba aquel tipo de expresión en la cara d elos demás...no me gustaba la decepción...
-Tranquila Neli, ¿puedo llamarte asi?, aquí nadie volverá a tomarte por loca, todos lo hemos pasado mal...nadie sabe donde estoy, he estado solo durante un año y medio...siempre peleando con los demás por sobrevivir, y lo he conseguido, no me arrepiento-dije serio.

-Si puedes llamarme Neli.Pero yo no busqué esto y sin embargo estoy metida en ello.Yo siempre tuve el control de mi vida o crei tenerlo y ahora veo que todo era mentira.Y lo peor fue oir lo que penso mi novio bueno exnovio en la última pelea que tuvimos-ya no podía más y me puse a llorar.-Definitivamente esto me supera-dije entre sollozos

Me levanté de la cama y le acaricié la cabeza.
-Eh,tranquila, no llores, no le des más importancia...tan solo olvídalo, empieza de cero...-dije agachándome levemente para mirarle, ya que era más alto que ella, luego con los dedos sequé sus lagrimas.-¿Puedo...puedo preguntarte que pensó?
Yo no solía ser tan amable con la gente, solía ser desconfiado, pero no soportaba que la gente llorase, no podía...y en aquel lugar me sentía bien, entre gente como yo, y por eso la comprendía.

Hasta ese momento no me habia dado cuenta de que no solo era mayor que yo sino que era más alto. Sabía que ese contacto le estaba costando,por eso no dude y le conteste-Pensó que era un monstruo, un mutante y que no debía estar con ellos,la gente normal y que lo mejor que me podría pasar era que me muriera.-dije y ahora mi llanto fue desconsolador y sin pensarlo dos veces le abraze.