Burbujeante.

Me senté en una barra de un bar de la ciudad, y pedía una cerveza, ya que había alcanzado mi tan preciada mayoría de edad recientemente y me encantaba disfrutar de mi nueva libertad.
-Gracias-dije cuando me la trajeron.
Sentí a alguien detrás de mí y me volvi.

Paseaba tranquilo por la capital, fue entonces que al mirar a un lado entreví por un cristal a una joven que me resultaba familiar en un bar, me pareció Emma...y la última conversación que habíamos compartido no había acabado muy bien...y quería arreglarlo.Entré en bar y me acerqué, luego con una sonrisa dije:
-¿Puedo sentarme?-

Me volví.
-Ah, claro, siéntate. ¿Qué tal?

Sonreí agradecido y me senté a su lado.
-Bien, gracias...¿y tú?-dije.-Hacia tiempo que no nos veíamos.

Miré a nuestro alrededor, no había demasiada gente.
-Pues, pareces más bien sola.-dije y pedí a la camarera otra cerveza.-Siento lo que paso la última vez...yo no quería herirte...ni mucho menos...esa desde luego no era mi intención.

-Oh, eso...-me quedé pensativa pensando en que decir-No importa, sigo sin tener claro si realmente siento lo que te dije así que no es para tanto.

Sonreí.
-Me alegra oir eso.-dije y bebí un sorvo de mi bebida, resfrescó mi garganta,tenía un poco de calor, luego alboroté mi pelo con una mano.-¿Que has hecho en todo este tiempo?...estaba preocupado...no te he visto en la academia...

-¿Preocupado?-esbocé un sonrisa-Pues nada, he conocido a Alex, un chico muy majo, hemos estado jugando al baloncesto, y he caminado por las calles, hay más cosas interesantes de las que parecen-le di un trago a la cerveza-¿Y tú que has estado haciendo?

-Pues no mucho...he estado adaptándome a la academia...controlando mi mal humor...hablanco con Neli...en mi caso no hay muchas cosas.-me reí.-Pero la academia me agrada.

-Me alegro, ¿y qué tal con Neli? Pronto os casareis, ¿no?-bromeé.

-No, claro que no...aún soy muy joven...-dije y me sonrojé.-Aún quedan muchas cosas por hacer y por ver, supongo...mi vida acaba de comenzar solo tengo 18 años...

Reí.
-¿Cuál es su poder?

-Telépata...es difícil esconderle como pienso o siento...por lo que tengo que alejarme de ella cuando estoy deprimido o enfadado...eso la lastima...y estoy en desventaja ya que yo no puedo saber nada sobre ella a no ser que me lo diga.-sonreí.

-Yo soy un inconveniente...-dije riendo.-Si, te conozco a ti y eres fría...y ella se siente mal si yo pienso algo malo...¿acaso no puedo tener una vida medianamente normal?...ahora que lo pienso me acuerdo de la primera vez que nos vimos, yo estaba cabreado porque nevaba y tu tenía miedo del fuego...luego me llevaste a tu habitación y tu estaba al lado de la ventana y y junto al radiador...

-Sí, lo recuerdo-sonreí-Bueno, ahora no parecemos tener tantos problemas, eso ya es un avance.

Sonreí y le guiñé un ojo.
-Será porque alguien fue muy valiente y se acercó.-reí.

Le sonreí, pero en realidad no me apetecía seguir hablando.

Aunque había sonreído no parecía agradarle hablar conmigo, por lo que bebí de nuevo de mi bebida y miré al frente. No sabía de que hablarle.

-Bueno...
Observé su pelo brillante y sus misteriosos ojos marrones.
-Parece que empieza a hacer mejor tiempo, ¿no?

-Sí, creo que si. Me encantaría ir a la playa, hace años que no voy.-sonreí pensando en el olor del mar.-¿Chica de arena o de ciudad?-le pregunté mirandole a los ojos directamente.

-De arena y de pueblo-contesté desviando la mirada-¿Por?

Sonreí.
-Por saberlo, hay chicas que no soportan la playa, y yo no las soporto a ellas...-me reí.-Me gusta el deporte, adoro la playa...por lo que es mejor si estoy con personas a las que les guste la playa y demás cosas...