Recordando viejos tiempos

Tras bajar de la azotea nos dirigimos a la enfermería, abrí la puerta lentamente y vigilé que no hubiese ningún enfermo descansando. Todo estaba despejado, así que entramos.
-Ya estamos aquí.-le dije.

-Que recuerdos...-murmuré allí les había conocido a ambos.

-Sí...-dije y sacando de mi bolsillo una cajetilla de tabaco, saqué un cigarrillo y lo prendí con una llama. Había dejado de fumar desde que estaba allí, pero los últimos días había vuelto al mal hábito. Comencé a fumar y exalé el humo.

-¿Fumas?...-dije cogiéndole el cigarrillo para darle una calada.Después se lo devolví.

-Sí, pero tu no deberías.-le dije mirándola con una mirada fulminante.-Yo soy mayor de edad, tú aún eres una cría.-le dije mientras volvía a colocar el cigarrillo entre mis labios.-Fumar acortará tu vida y estropeará tu piel.

-Uppss...golpe bajo.-le dije mientras le arrebataba de nuevo el cigarrillo para darle un par de caladas.

Le arrebaté el cigarrillo.
-Te he dicho que no Cornelia.-le dije con seriedad.-No pienso dejar que fumes. Realmene eres una cría...

Saqué su cajetilla con mi nuevo poder y la traje hacia mi mano.-Si no querías compartir el cigarrillo lo decías y punto.

-¡Pero será posible!-dije indignado, mientras me acercaba a ella y le quitaba la cajetilla y el cigarrilo.-¡Eres menor!, ¡es que haces de todo!,¡bebes, fumas, te vas con hombres!, ¡tienes 16 años no 18!

-Taylor....vale no soy una santa,¿que creías?.Y necesito nicotina.-dije arrebatándole el cigarrillo que ya estaba encendido.

-¡Vale, me rindo, haz lo que te de la gana!-dije sentándome sobre una de las camas enfurruñado.-Fuma y bebe lo que te de la gana...¡no voy a empezar como con las pastillitas!

-Como te he dicho soy dos años mayor, lo que da la casualidad que me hace mayor de edad, cosa que tú no eres.-le dije.

-Déjalo, ya no tengo ganas de fumar.-dije abriendo la ventana y tirando el cigarro por esta, para luego volver a sentarme sobre una cama con expresión mustia.-Oye, ¿vamos a discutir por cada cosa que hagamos?-pregunté confuso.

-Empezaste tú.Taylor no eres mi padre,eres mi novio,no seas tan protector...me agobia.-le confesé.

-De nuevo otra vez, siento preocuparme por ti.-le dije malhumorado y me tumbé sobre la cama, apoyando la cabeza sobre los brazo.

Me tumbé a su lado.-Lo siento vida,pero soy así.

-Yo también soy así...y si me preocupo es porque te quiero y ya tengo bastante con...-me corté a mi mismo y me tumbé sobre un lado evitando mirarla.

-Taylor..mirame...por favor....intentemos olvidarlo.-le dije acariciándole el brazo.

-Eso hago, pero no es fácil olvidar, se necesita tiempo.-dije giréndome para mirarla.

-Si quieres te puedo..dejar solo un tiempo..te esperaré.-le dije mirándole a los ojos.A pesar de querer estar con él estaba dispuesta a ofrecerle espacio y tiempo.

-¿Y qué iba a lograr en ese tiempo?, ¿qué encuentres a otro chico?-le pregunté.

-Taylor solo te quiero a ti.-le susurré.

Me quedé en silencio, contemplando sus oscuros ojos, queriendo encontrar en ellos alguna clase de arrepentimiento.
-¿Tú...realmente me quieres?-pregunté con suavidad.