Despejando mis pensamientos

Estaba cansada de firmar más y más papeles en mi despacho como si no tuviese vida propia, así que decidí salir a dar un paseo. Cogí mi coche y me fui hasta Nueva York. Tenía ganas de estirar las piernas. Llegué a la ciudad y me bajé a unas calles de Central Park, a donde me dirigí dando un paseo.

Todo estaba tranquilo. Sin problemas mutantes por una vez en la vida. Me senté en la esquina de un banco y cerré los ojos. La cálida luz del sol bañaba mi rostro.

Sentado en un banco contiguo al de la señorita, Edward la observaba con detenimiento, a veces de reojo. El mutante vestía con unos pantalones vaqueros oscuros, unos zapatos negros y una gabardina gris. Su mirada contenía un tono de curiosidad, y al mismo tiempo fascinación. "Alguien como yo..." pensó.

Me ajusté la chaqueta tras una ráfaga de aire frío. Había sido mala idea selir en aquel traje, pero no me apetecía volver a la mansión para cambiarme. Noté cómo el chico del banco contiguo me lanzaba alguna que otra mirada de vez en cuando.

<<¿Que le pasará?>> Pensé sin más. Me giré para mirarlo.

-Perdona, ¿ocurre algo?

El chico se giró, sorprendido de que le llamaran la atención. -No. -Inquiere en una pausa prolongada. -Solo que es una de las pocas veces que me encuentro a alguien como yo. -Termina con una amplia sonrisa, aunque algo nervioso.

<<Alguien como tú, ¿eh?>>

Me levanté, interesada, y me dirigí hacia él. Me paré delante del chico, que seguía sonriendo.

-¿Empático? O quizá... ¿Telepata?-pregunté en voz no muy alta para que sólo el me pudiese oír, aunque tampoco era que hubiese mucha gente cerca-. Me llamo Melinda, Melinda Stewart. ¿Puedo sentarme?

Edward asintió con la cabeza. -Claro, siéntate por favor. Yo me llamo Edward Cullen. Soy telépata. Y tu tienes... -Se detuvo en unos instantes de silencio, en los cuales la miró fijamente a los ojos. -...Telekinesis... Interesante.

-Gracias, creo-le sonreí.

Me senté con suavidad a su lado. Era agradable hablar con un mutante que no fuese un adolescente con las hormonas revolucionadas. Cerré los ojos y poco a poco una piedra pequeña se alzó y se posó en mi mano.

-Es bastante útil-lancé la piedra al suelo-. Oye... Llevo una academia para mutantes... si te interesa pasarte... aunque no seas alumno, podemos ayudarte en lo que sea...

"Una academia..." Varios pensamientos inundan su mente durante un momento. -Siempre quise convivir con personas de mi misma especie. -Edward la mira espectante, fascinado de nuevo: una academia para mutantes, cómo ha podido pasar desapercibida para los humanos, era una de las dudas que le venian a la cabeza al chico.

-Me pareces un poco mayor para ser un alumno. ¿Cuántos años tienes?

Me mordí el labio superior dándole vueltas a un asunto. Andabamos escasos de personal.

-Tenemos vacantes. Si te interesa la idea...-saqué una tarjeta del bolsillo de la chaqueta-. Podrías trabajar allí.

-Veinticuatro. -Respondí mientras sostenía la tarjeta que me había ofrecido. "¿Llevar una vida totalmente formal? Se puede probar..." -Está bien, y... ¿En qué trabajaría? -Pregunté curioso.

-La verdad es que necesitamos profesores, entrenadores... piscólogos-terminé riendo un poco-. De todo un poco. Podemos encontrar un puesto a tu medida. El personal se fue con el antiguo director.

-Me parece bien, de todas maneras puedo amoldarme al puesto que se me de. Entonces, ¿cuándo me paso por la academia para empezar? -Edward ya pensaba en sus planes y posibles puestos de profesor en aquella escuela, se preguntaba qué inmensidad de chicos y chicas con poderes encontraría allí.

-Si quieres, podemos ir hoy. Te llevo en coche-sonreí, mientras me levantaba-. A no ser que quieras hacer algo más antes de salir hacia allí.

El chico se sorprende. -¿Hoy? -Pregunta retóricamente, y tras ella una pausa. -Claro, pero antes tendría que pasar por mi casa para coger unas cosas. Si no es mucha molestia. -Le devolví la sonrisa.

-Por supuesto-respondí sencillamente, era lógico que el chico estuviese un poco soprendido-¿Te acompaño o quedamos en algún sitio?

-Si quieres, acompañame. No creo que tarde mucho. Y no está muy lejos de aquí. -El chico se levanta y se la queda mirando, esperando la respuesta de ésta.

-De acuerdo-sonreí lentamente-. Après Vous-me limité a decir antes de ponerme a caminar a su lado.

Ambos se dirigen en dirección a la casa de Edward.

Una vez fuera de la academia me senti de nuevo como un pececillo insignificante fuera del agua. O para ejemplificarlo mejor: como un pez de acuario liberado de pronto en medio de un lago. Seguro que se quedaria algo confuso sin saber hacia donde nadar... Por mas que me habia esforzado,no escuchaba a Edward en mi cabeza desde que sali del edificio,aunque le comente mentalmente que iba a dar una vuelta fuera. Total,no sabia que mas iba a hacer ahi dentro,cuando aun no habian empezado las clases y no habia coincidido con otros compañeros. Deje la -puñetera- maleta oculta en el hall junto con lo demas y me dirigi hacia una parada de autobuses para visitar Central Park,porque ya tenia ganas.
Camine,maravillada total,mirando a todos lados como si fuese un buho deslumbrado. Antes de salir,me habia vuelto a cambiar de ropa en los aseos publicos de la academia,por lo que llevaba unos shorts y una camiseta de tiros blanca,dispuesta a absorver la maxima cantidad de luz solar en mi paseo. Llegue a un extenso espacio de cesped,donde mucha gente estaba desperdigada por el suelo hablando,riendo y demas,mientras varios niños correteaban jugando a empujarse como autenticos animales. Pero con felicidad,claro. Me sente bajo un arbol,evitando cuidadosamente la sombra,y apoyando la espalda contra el tronco. Me abrace las rodillas y cerre los ojos,calentandome la cara.

-"Cuando me dijistes 'salir a dar una vuelta' no pensé que fueras tan lejos. Si no te respondo a veces perdóname, será porque no te escucho con claridad, desde tan lejos y aún concentrandome mucho como estoy ahora, tus pensamientos me llegan difuminados y a mi me cuesta bastante hacerte llegar mis mensajes. ¿Dónde te encuentras ahora mismo?- Desde mi habitación, conseguí recobrar el contacto mental con Selene, aunque me encontraba un poco cansado por la lejanía en la que se encontraba la chica.

<<Uff... Simplemente genial. Esto es maravilloso,el roce del viento,el calor,el rumor de las voces y las risas... Solo faltas tu.>> pense con una sonrisa. Habia abierto los ojos por el sobresalto de oir una voz en mi cabeza,y ahora parpadeaba intentando que mi vision recuperase un tono menos azulado. <<¿Que tal todo por la academia? ¿Y que haces,a todo esto? Si no me localizas,sera por la cobertura o las interferencias. Deberias cambiar de compañia telepatica.>> esboce una mueca burlona.

-"Me estás asustando Selene, confírmame si lo que me llegó tan difuminadamente fue lo que creo que me llegó. Pues ahora mismo estoy en posición de meditación, con los ojos cerrados, todo en silencio, varias velas encendidas... En fin, todo lo posible para ayudar a concentrarme y facilitar la comunicación telepática. ¡Ah! Por cierto, se me olvidó decirte que tengas cuidado, ultimamente los liberales se están manifestando de forma más violenta, ya te dije que el 'accidente' del parque de atracciones, por mi parte, no creo que haya sido un simple suceso metereológico." La academia parecía estar desierta, el silencio era casi total, exceptuando el sonido provocado por pasos de alguien que caminaba por los pasillos de vez en cuando.

Gire la cabeza para tener una mejor perspectiva del parque,estirando las piernas y contemplando el contraste de colores entre mi piel palida y el verde oscuro de la hierba.
<<Por partes,no se que habras entendido de lo anterior que he dic...pensado,pero es lo que he pensado. Tal vez deba añadir el gesto burlon que puse mientras tanto. Segundo: ¿de veras haces meditacion con velas y toda esa parafarnalia? Ahora me diras que tienes musica mantra de fondo... Y tercero: si no quiero que me vean,no lo haran,¿recuerdas? Tranquilo,hay mucha gente disfrutando de un dia precioso,no va a suceder nada.>>

-"Solo utilizo lo que creo que me ayuda a centrarme en mi poder, y no, no pongo música, de ningún tipo para concentrarme. De todas formas, no te fies de las apariencias, porque como ya sabrás 'las apariencias engañan', y esos tíos están muy bien organizados. No hagas que me arrepienta de haberte dejado irte sola a la ciudad. Pasamos momentos difíciles, y una niña mutante es un blanco fácil como 'arma involuntaria' para esos desalmados." Confío totalmente en sus capacidades de invisibilidad, pero por experiencia sé que el simple hecho de que no seas visto a veces no sirve para sobrevivir en la sociedad mutante.

Resople ante lo de "niña mutante",por lo que algunas raudas y ofendidas replicas desordenadas tomaron forma en mi mente antes de añadir:
<<Descuida,estare en "casa" antes de que anochezca.>>
Aparentemente,no habia nada fuera de lo normal entre las personas que estacionaban ahi,por lo que me encogi de hombros y volvi a cerrar los ojos.