Un paseo bajo las estrellas

Sonreí, más feliz que nunca, ¿era aquello un sueño?
-Sí,definitívamente no hay otra respuesta.-dije sonriendo.-Te quiero, mucho, más que a nada.-dije y de nuevo le di un beso en los labios.

Sonrei ante su respuesta, y luego ella me beso, yo no me interpuse a su beso y se lo devolvi feliz, estaba feliz, ahora era mi novia.

Le miré, sonriendo.
-Te quiero.

Le sonrei dulcemente.
- To tambien te quiero a ti pequeña -le dije antes de darle un pequeño beso en los labios y sonreirle- ¿Tienes frio? -le pregunte mirandola-.

-Un poco...-sonreí.

- Si quieres que nos vayamos me lo dices -dije abrazandola-.
Yo no le podia dejar ninguna chaqueta porque habia salido en una camiseta de manga larga, pero no la queria ver refriarse.

-Tranquilo, estoy bien.-dije sonriendo, entonces estornudé.

- A mi me parece que no -dije riendo despues de que estornudara- No quiero que te refries ni te pongas enferma, pequeña -la mire mas serio sin dejar de abrazarla-.

-Ahora si que estoy mejor...-sonreí y le abracé, sintiendo su calidez y aroma.

- ¿Soy una calefacción? -pregunte riendo y abrazandola mas fuerte- Te quiero, pequeña -dije mirandola-.

-No,pero me transmites calor...yo también...-dije con timidez, me sonrojé al continuar.-...Te quiero...

Se sonrojo, me encantaba que sus mejillas se tornaran rosadas.
- ¿Por que te sigues sonrojando? -dije riendo-

-Ni yo lo sé...-sonreí.

Le di un pequeño beso y le sonrei abrazandola.
- Me encantas -dije riendo- Eres unica

-Y tú a mi...pero ahora que lo pienso si que soy pequeña desde tu punto de vista...bajita y encima tu tienes 18 y yo solo 16 años...-me quejé.-Si hubiese nacido dos años antes...

Rei.
- Tampoco es tan grande la diferencia, ademas tienes una estatura perfecta... eres perfecta completamente -sonrei alegremente-.

Me sonrojé aún más.
-Quizás lo sea para ti...y quizás para otros no, pero esos otros no me importan...-susurré.

- Que no me entere de que te andan diciendo que eres perfecta para ellos -dije bromeando y observando sus hermosos ojos-. tú eres mi pequeña

-Sí, papá.-me reí.-Pero que sepas que entonces tu eres mio y solo mio.

Me rei.
- Tranquila, cualquier niña, adolescente o ancianita que me quiera para ella se aguantara, porque yo solo tengo ojos para ti -le sonrei-.

Me reí ante su comentario.
-Opino lo mismo respecto a mi.

Sonrei dandole un beso en la frente y mirando luego sus ojos.
- Toma -dije entregandole una cinta roja en forrma de pulsera-. Es de la suerte, era de mi abuelo, me dio bastante suerte a mi... quiero que te la quedes tú -dije sonriendo-.

Sonreí.
-Lex, no puedo aceptarla...era d etu abuela, es importante para ti...-dije contemplando la pulsera.

- Es tuya desde ahora, asi que como no la tengas tú se quedara abandonada a su suerte -dije bromeando y sonriendo-.
Una rafaga de aie frio se hizo presente y algunas nubes se empezaban a formar en el cielo tapando las estrellas.
- Creo que es hora de volver a la academia, ya es tarde y el tiempo parece empeorar -dije sonriendo-.

Sonreí y coloqué la pulsera con cariño en mi muñeca, luego me levanté del banco.
-Sí ahora comienzo a notar el frio...volvamos...