Descansando

Decidí salir de la academia para tomar algo, estaba muy contento d haber conseguido el empleo. Cuando paseaba por una ciudad cercana, me senté en la terraza de una cafetería y pedí una cerveza, para luego dedicarme a mirar a la gente pasar y pensar, todo me iba bien.

Caminaba por la calle completamente atolondrada, apenas había dormido por culpa del extraño acontecimiento de ayer, y se notaba, estaba mareada y tenía un terrible dolor de cabeza.
Llegué a la terraza de una cafetería abarrotada de gente.
-¿Puedo sentarme?-le pregunté a un chico que sentado solo.

Levanté la vista para ver a una joven, no parecía encontrarse demasiado bien, por lo que me levanté para acercarle una silla.
-Sí,claro,¿estas bien?-pregunté preocupado.

-Sí...creo-me senté-Estoy un poco mareada, la verdad. Buff...-resoplé-Ah, perdona, soy Emma.

-Yo soy Evan Christensen.-Dije.
Volví a sentarme.

-Pues encantada de conocerte.
Le miré, era tremendamente moreno, guapo y parecía estar bastante fuertote, bastante más que otro que yo me sabía...

-Mucho gusto, Emma, ¿qué te trae por aquí?-sonreí.

-Yo doy clases por aquí cerca.-Dije y apoyé la cabeza en una mano.

Noté que la conversación se estaba volviendo un poco aburrida, al menos para mí.
-¿Puedo saber dónde?

-Bueno digamos que es un pequeño secreto.-Sonreí.

Reí.
-Así que un pequeño secreto...¿Me darías una pista?

-No.-dije tajantemente, sonriendo.-¿Sabes que hablar con desconocidos es peligroso?¿Quién dice que no soy un psicòpata?

-¿Acaso te crees que me das miedo?-dije riéndome de su repentina reacción.

Me reí.
-Ni mucho menos, no es esa mi intención.-seguí riéndome.-¿Cuántos años tienes?, no creo que superes los 20 años, deberías tener cuidado con los desconocidos.

-Yo tengo 21.-Dije y tomé un sorbo de mi bebida.

-Así que un secreto...¿hay un profesor con tentáculos o elfo corriendo por los pasillos?-reí.

-Algo así.-Dije.

Lo cierto es que aquello no me provocó gracia alguna.
-No, claro que no, ¿y en tu colegio?-pregunté con una sonrisa.

Me reí.
-Que misteriosa...-dije sonriendo picaramente.-¿Y es un secreto pequeño o grande?

-Bastante grande...
Una idea cruzó de repente mi mente.
<< ¿Cómo puedo ser tan tonta?>>, pensé.
-¿Te estabas refiriendo a la academia de...ya sabes?

Sonreí ahora más misteriosamente.
-Sí, así es.-dije.-Tú también lo eres, ¿no es así?
Era increíble, ya me había cruzado con dos mutantes en los pocos días que llevaba allí.