Baile

Saqué de mi bolsillo una fina cadena plateada, de la cual colgaba una pequeña mariposa del mismo color, con las alas formadas por unos brillantes azules. Lo colgué de su cuello con cuidado.
-Es para ti...-dije.-Desde que nos conocimos todo es mejor, es especial...me siento bien y creo que es...no lo creo, estoy seguro...te amo.-dije esto sonrojándome, mientras la miraba a los ojos.

La iluminación daba un toque romántico.
-Emily ya sabes que nos conocemos de hace poco pero...bueno mejor me callo y te lo explico a mi manera.-Dije.
Acerqué lentamente mi ca.ra a la suya y la besé con dulzura

Me arrastro hasta que nos paramos en medio de la multitud.
- Veo que te gusta bailar -rei poniendo una mano sobre su cintura y con la otra cogiendo la suya, para luego ponernos a bailar -y encima lo haces estupendamnete

-Hago lo que puedo para ser perfecta para el hombre perfecto.-sonreí.

Me quede parada, no me había esperado esto, pero igual no me negue y coloque mis manos alrededor de su cuello, disfrutando del beso.

Me paralicé pensé que me iba a desmayar.Taylor no era el tipo de persona que suele mostrar sus sentimientos abiertamente.Por lo que comprendi que lo decia de verdad y de su seriedad.-Es..muy..hermosa.-susurré acariciando la pequeña mariposa que ahora lucia en mi cuello.

No quería parar pero lo hice para poder respirar.Junté mi frente con la suya y suspiré.
-Lo siento.-Dije.-Puedes pegarme.

-Pensé...que este era el momento adecuado..llevo queriendo hacerlo mucho...pensé en decirtelo ayer...pero no tuve valor.-dije y desvié la mirada.

Me rei mirandole.
- No te voy a pegar, te haria demasiado daño -bromee- ademas no estuvo mal -le sonrei-.

Sonreí y le dí un corto beso en los labios.
-Me gustas o eso creo...

- ¿Te has mirado al espejo? -le rpegunte sonriendo- Ya eres perfecta mi amor, eres todo lo que podría soñar y muchisimo mas -dije para luego besarla lentamente-. Te amo -susurre cerca de sus labios-.

Me puse de puntillas y roce mis labios con los suyos.No hacia falta palabras sabia que Taylor era el hombre de mi vida.

-Te amo.-repetí y me incliné, abrazándola con fuerza para besarla con dulzura e intensidad.

-Gracias por quedarte conmigo...-sonreí y le besé.

Le sonrei.
- Adios a mis planes de venganza -suspire y lo mire fijamente y sonriendo-.

- No tengo pensado ir a ningun sitio, me quedare contigo y si alguien me lo impide, nos vamos a las Vegas y nos casamoa alli, asi nadie nos separara -sonrei tiernamente-.

-¿Qué se supone que somos ahora...?Yo...nunca he tenido novia,si he tenido millones de amantes de una noche pero nada más.-Dije.

Me sonrojé. No era la forma en la que me había imaginado mi boda, tampoco era la edad, pero haría cualquier cosa por él.
-Te amo Lex.

- Y yo a ti, sobretodo cuando te sonrojas, te ves muy tierna -sonrei-.

-Yo quiero ver tu rubor.-me reí.

- A mi no me lo preguntes -dije riendo- piensalo tú y luego ya me lo dices -sonrei-.

- Eso va a ser complicado -rei- nunca he sido de ruborizarme, por lo menso nunca se me ha notado -le sonrei inocentemente-.

- Te prometo que un día em veras sonrojado -dije dandole un beso en al mejilla- ya sabes que yo cumplo mis promesas.

Llevaba un pantalón, una corbata y unos pantalones negros, con una camisa blanca.
Llegué al baile tiempo después de que este hubiese empezado, tan solo esperaba no llegar tarde y encontrar a Michelle. Miré a mi alrededor buscándola, al no encontrarla, me apoyé en la pared, junto a la puerta.