Supervivencia.

Pude ver como la pequeña mariposa que Aly había dibujado salía del papel para cobrar vida y se posaba sobre mi nariz.
-¡Sorprendente!, es...es genial...es tan real...no, es real...es increíble Aly...es mejor de lo que yo hago...puedes...puedes dar vida a lo que dibujas...-dije sonriendo con dulzura.

- Sí, puedo, pero solo durante un rato. Luego el hechizo se rompe... se rompe dolorosamente.- murmuré, pasándole algunos dibujos en los que se veía a una familia numerosa, con varios hermanos, un perro... Todo lo que una chica podría soñar. Y yo en el centro.- Fue duro aprender la lección... Pero estoy aprendiendo a sacarle partido.

La miré con tristeza, y coloqué una mano en su hombro.
-Tranquila,siempre se encuentra a gente que te acepta, de ejemplo estamos nosotras...dime, ¿cuántos años tienes?, por cierto puedes llamarme Rin o Rainie...-sonreí.

-Cumpli diecisiete hace una semana. LLevo casi dos meses aqui, en Nueva York. Rin... Suena bien. ¿Tu eres de aqui? Me refiero, tendras ua familia, una vida...
Me pasé la mano por el pelo, distraida. Al menos ahora podía relajarme.

Le sonreí y dije.
-Lo cierto es que no, soy de Francia...tengo 16 años recien cumplidos y respecto a mi familia...pues digamos que les he mentido...y quizás sea mejor que me aleje de ellos...A saber como se lo tomarían si supiesen que su hija es...es no se que soy...-dije triste.

- Comprendo. Siempre es mas sencillo cerrarse en banda que arriesgarse a resultar herido, ¿no?.- sonreí con amargura.- Bueno, pequeña, creo que me voy a marchar. Tengo la esperanza de llegar temprando al Albergue municipal, ya se sabe, los que llegan primero eligen camas.

-¡Espera, tengo algo que puede interesarte!-dije antes de que se fuera.

Deje a un lado las cosas que habia comenzado a recoger.
-¿si?

-Verás, el lugar donde yo vivo no esta muy lejos...y tienes la edad necesaria para entrar...es un internado,una escuela para gente como nosotras...nos enseñarán a controlar lo que sabemos hacer...y te recibirán muy amablemente...es un lugar precioso y confortable...y sería bueno que estuvieras con gente como nosotras, no tendrías que esconder lo que sabes hacer...allí no serías extraña para nadie...y yo no estaría sola...-dije mirándo al suelo, sin saber si la idea le gustaría,´y comence a juguetear con mis dedos nerviosa.

Abrí mucho los ojos, con sorpresa. Me costaba creer que un lugar tan maravilloso como aquel existiera, pero en realidad me tiraba mas el hambre y la necesidad de una cama caliente que cualquier otra cosa.
- Pero... pero yo no se si puedo ir, Rain. No tengo dinero para pagarlo... es mas, ni siquiera tengo ropa o documentación. Lo mas probable es que me entregaran a los servicios sociales.

Sonreí y le dije:
-No, ese internado esta para acoger a gente como nosotros, no les importa el dinero o los documentos, solo quieren que la gente como nosotros tenga un lugar y no sea discriminada...allí vivmos juntos y nadie llama a nadie raro...-le sonreí y dije.-Vamos, ven conmigo, allí estarás bien, de verdad.

No estaba muy segura de en que pensaba cuando cogí la mochila, me la eche al hombro y esperé a que Rin me condujera a aquel lugar. Lo mas probable era que me metiera en un serio problema pero... Era mejor que dormir al raso.
- Esta bien, entraré en tu juego.

Sonreí contenta.
-Ya verás, no te arrepentirás.-dije y comencé a andar, marchandome de allí.