Paseo turistico por la academia.

Dejandome llevar por la curiosidad, vagué por los amplios pasillos y eché algunos vistazos a algunas habitaciones. Llegué a una puerta que daba al aire libre, en el cual se encontraba una gran piscina y varias hamacas con alguna que otra toalla encima. "Vaya, si que es completa esta academia..." pensé mientras observaba con detenimiento el agua cristalina, a la vez que me acercaba al bordillo de la piscina.

Despues de patearme pasillos insolitamente desiertos con mis bartulos a cuestas,estaba dispuesta a pagar a alguien porque me diera algo de conversacion,incluso a las plantas decorativas. Llegue a una puerta de cristal,con vistas a una piscina tipo hotel,con sus hamacas y toallas,aunque,aparentemente,estaba desierta. A excepcion de un chico que miraba el agua,de espaldas a mi. Lo siento,no lo pude evitar: tengo un instinto muy arraigado y puñetero que consiste en molestar al projimo si me lo ponen en bandeja. Una de dos: o hacia un amigo o un enemigo. A esas alturas,me conformaba con que me soltara un grito.
Deje mis cosas dentro del edificio y me volvi invisible. Caminar sobre el cesped artificial sin hacer ruido fue pan comido,porque al acercarme al joven sin respirar siquiera,este no se habia percatado de mi existencia. Le empuje hacia el agua,obviamente.

Solté un grito no muy alto, al sentir el golpe y caí al agua. "Pero qué diantres..." me pregunté para mí cuando, desde el agua, comprobé que supuestamente "nadie" me había tirado, o al menos que yo supiese. Me complací al comprobar que por lo menos el agua estaba tibia. Activé mi rastreador mental, y como casi suponía, sí había sido alguien, solo que se encontraba escondido. -Anda, sal... -Dije al aire, sin saber exactamente en qué parte se encontraba. Me sentí incomodo en el agua con la ropa puesta, por lo que me despojé de la camisa, la cual tiré fuera del agua, al césped.

Intente aguantar la risa,pero no pude. Acabe boqueando aire doblada sobre mi misma,mientras me carcajeaba. Cosas de la adrenalina. Aunque...el chaval no estaba nada mal...
-No te preocupes,no estoy lejos. Desde aqui tengo una buena perspectiva,guapo -como se notaba que siendo invisible era bastante mas atrevida.

Comencé a mirar a todas partes, buscando de dónde provenía aquella voz, estaba claro que si no la veía no podía entrar en su mente, si me concentraba demasiado podría acabar haciendole daño. Anda, no tengas miedo y muéstrate, no te voy a comer. -Comenté sonriente, aún desde el agua.

Dude entre alargar la broma un poco mas o ceder. Solo pretendia chinchar a alguien,no queria complicar las cosas de manera innecesaria. Por lo que me acerque a una hamaca y cogi una toalla. Despues me puse en el borde y me apareci,sonriendo con picardia.
-¿Esta aceptable el agua?

"Claro, debí suponer que era una alumna...". -Pues la verdad es que esta muy bien. -Respondí, mientras nadaba un poco alrededor de la piscina, luego me dirigí a donde se encontraba ella y me detuve. ¿Por qué llevas toalla... si aún no estás mojada?! -Realcé la voz al decir lo último y le salpiqué con agua, haciendo un gesto con las manos. Sonreí.

Me protegi de las gotas de agua y le fulmine levemente con la mirada,antes de sonreir con malicia.
-Al menos soy considerada. Yo te tire,y ahora te evito un resfriado... Eso si dejas de salpicarme,claro -avise sacudiendo la toalla-. ¿Como te llamas? -eche un vistazo sobre mi hombro,por si avistaba a alguien mas.

Me coloqué a su lado y, apoyandome en el bordillo de la piscina con los brazos, conseguí subir y quedarme sentado junto a ella, con los pies en el agua. -Me llamo Edward. ¿Y tú? -Le pregunté con una sonrisa en la cara, observandola por primera vez de cerca.

-Soy Selene. Encantada,Edy -pronuncie con cierta ironia-. Te daria la mano,pero no tengo ganas de mojarme -repuse dejando caer la toalla sobre su cabeza.

"¿Edy? Que confianza coge tan rápido...", me sorprendí. -Conque invisibilidad, ¿eh? Interesante y peculiar poder. Dime, ¿cuántos años tienes? -Pregunté con curiosidad, la verdad es que no le echaba 16 añitos a esta chica.

-Diecinueve. Dentro de poco cumplire los veinte -me quite los botines,los calcetines y me remangue los pantalones a la altura de las pantorrillas para sentarme a su lado mojandome los pies-. ¿Y tu? ¿Que edad tienes? ¿Y que poder? ¿Llevas mucho tiempo en este sitio? ¿Hay mas gente?

Solté una risa suave. -Vayamos por partes. Tengo 24 años, soy telépata, he venido hoy porque me han contratado como profesor. Y por supuesto, hay más gente, solo que cada uno está en sus cosas. -Terminé con una sonrisa, contemplando pasmado sus increibles ojos dorados.

-¿Pro...profe...? ¿Profesor? Oh,vaya mierda... -no se si enrojeci hasta la raiz del pelo o si empalideci aun mas de lo normal en mi-. Espero que la aguadilla de hace un momento no influya en las calificaciones -replique mientras mis ojos recuperaban su tamaño habitual,porque estaban como platos. Decidi ir por un terreno menos peliagudo-. Asi que telepata... ¿Me lees los pensamientos? -quizas mi tono provocativo y burlon estaba un pelin fuera de lugar,pero era mi autodefensa ante las situaciones incomodas.

Miré de reojo hacia otro lugar, y luego volví a mirarla. -Todavía no... ¿Por qué? ¿Acaso temes que averigüe algo que no quieres que sepa? -Intenté asustarla por un momento, aunque estaba claro que no se me daba demasiado bien.

Bufe por lo bajini. Ahora que lo decia,todos ocultabamos secretos,pero me decidi a clavarle los ojos en los suyos.
-Soy tan clara como el agua sin necesidad de leerme la mente,te lo garantizo -le lance un chorro de agua a la cara.

Me seqúe la cara con la toalla y me la coloqué luego por encima de los hombros. -Creo que ya es hora de que te mojes un poquino. -Le dediqué una sonrisa malvada y la tiré a la piscina de un empujón. Entonces empecé a reirme desde el bordillo.

-¡AH! -objete mientras caia al agua. Templada,si; pero mojada,al fin y al cabo. Me impulse con fuerza desde el fondo y tome aire de golpe al salir a la superficie. Al hundirme de nuevo,me torne invisible y deje de moverme,con los ojos entrecerrados fijos en sus pies,mientras pensamientos malevolos rondaban por mi mente. Nade muuuy lentamente hacia el,sin provocar demasiadas ondas. Antes de quedarme sin aire en los pulmones,le sujete y tire de Edward,ayudandome del muro para empujar con los pies.

Volví a caer de nuevo al agua. Esta vez solté un suspiro de sorpresa, aunque al hacerse invisible me lo esperaba. Una vez en el agua, me quedé nadando con los pies para mantenerme a flote. Y como no, esperando a que Selene hiciera acto de presencia. -Asi que quieres jugar, ¿eh?.

-Entiendeme,estaba muy aburrida -suspire con sorna desde algun lado de la piscina-. Y sera divertido ver como intentas encontrarme. ¿O tenias otros asuntos que atender,profe? -me aparte el pelo de los ojos,pataleando suavemente a unas brazadas de distancia.

Decidí jugar a ignorarla, para comprobar como reaccionaba. Y comencé a bucear, rodeando la piscina, y subiendo a la superficie cada cierto tiempo para coger aire.

<< >> Emergi de nuevo a medias,apoyando los codos en el bordillo y siguiendo su trayectoria con los ojos. El sol me calentaba el rostro,la verdad es que era tremendamente relajante. Solte un bostezo descomunal estirando el cuello.

En una de mis subidas me detuve. -¿Ya te has aburrido? -Me dirigí hasta una de las escaleras para disponerme a salir.

-No,solo espero a que suceda algo interesante -sonrei volviendome visible de nuevo-. Aunque no creo que este bien visto meterse en la piscina con la ropa de calle -di unas brazadas dirigiendome tambien a la escalerilla metalica- Y exactamente,¿que materia impartes,Edward?

-No esperarías que fuese a dar un salto de 2 metros desde el agua. -Le sonreí. -Filosofía. -Le volví a sonreir al ver el gesto que puso al escucharlo, mientras, salí de la piscina, y me senté en una hamaca, echandome una toalla por los hombros.