Paseo turistico por la academia.

Teniendo en cuenta de que la ropa estaba empapada y se pegaba al cuerpo,enrojeci de manera absurda mientras me impulsaba en la escalerilla para salir. Dude un momento,y desee saber "ocultar" zonas especificas de mi anatomia. Por ejemplo,una cabeza flotando en el aire tendria que resultar chocante,¿no? Me trague el orgullo y sali de la piscina,mirando a otro lado para alcanzar una toalla y envolverme con ella. Me sente en una hamaca cercana a la del hombre,sin mediar palabra. Deje vagar los ojos por los reflejos de la superficie del agua,con la cabeza ladeada.

-Dime Selene, ¿de dónde vienes? -Me giré para mirarla fijamente, aunque por el acento que portaba, suponía que debería de ser del sur de América o tal vez de Europa.

-Bueno,soy de España. Podria decirse que soy "la Hispana" -levante a medias el puño derecho en señal de saludo militar,con una sonrisa divertida,haciendo mencion al nombre que le daban al famoso gladiador de la pelicula-. Ya,muy cutre. ¿Y tu?

-De Nueva York. -Tras responderle, me quedé mirandola directamente a los ojos. -Nunca había visto a nadie con ojos dorados, es... increible. -Me quedé semi-enbobado, contemplando la rareza del asunto, y al mismo tiempo la belleza que comportaban.

Yo tambien me lo quede mirando,aunque su aspecto "embobado" no dejaba de sorprenderme: ¿tanto le gustaban mis ojos? Senti un regocijo no muy familiar,y me obligue a controlar una sonrisita de satisfaccion.
-Eh... Yo... Gracias. Vinieron de serie -me encogi de hombros,quitandole importancia al asunto-. Los tuyos tampoco estan mal,¿eh? -<<...ni los ojos,ni tu cara,ni tu cuerpo en general...>> Puse mentalmente los ojos en blanco-. Conque Nueva York,la gran manzana... Debe de ser agobiante vivir entre tanta multitud de gente.

Casi no reaccioné cuando me habló, aunque terminé al final conseguí volver en sí. -Ehhh... Sí, era agobiante, por suerte, ahora vivo aquí. -Me levanté, terminandome de secar la cabeza y el torso, y dejé la toalla encima de la hamaca. -Creo que será mejor que me vaya a cambiar de ropa, no vaya a ser que coja un resfriado con esto mojado. ¿Vienes? -Fui a coger la camisa que había tirado al suelo, y esperé a Selene en la puerta, mirandola.

-Claro -respondi mostrando cierta indiferencia. Me seque el pelo,quedando alborotado y en todas direcciones; me calce los botines y despues me dirigi a la puerta. Lo cierto es que Edward resultaba muy agradable,aun perteneciendo al bando enemigo de todo estudiante. Comprobe que la maleta y la guitarra seguia en su sitio,por lo que deje la toalla sobre los hombros y me arme con mis trastos dispuesta a seguirle-. Tendre que hablar mas tarde con la directora,porque no estoy segura de como van las habitaciones: aun no tengo ninguna.

Ambos nos encaminamos hacia mi habitación, yo delante de ella, que para algo me sabía el camino.