Aire... ¿libre?

- Sí,.... no creo que tenga ningún problema a esa hora, -sonrei respondiendole y pensando en si tenía algo que hacer- ¿te parece bien en la Hudson Cafeteria aqui en Nueva york? -le pregunte tras mirar al cielo, el que aunque amenazaba con lluvia no la producía-.

-Sí, por supuesto. ¿Tienes coche? Si no, podemos ir en taxi. El mío lo dejé en la ciudad, debido a que Melinda me trajo a esta escuela en el suyo tras conoceme. Y de paso ya lo recojo. -Le contesté mientras recordaba dónde había dejado aparcado el coche por última vez.

- Creo que deberiamos ir en taxi, yo no tengo coche -le dije, me había sacado elc arnet eso si, pero nunca me había puesto mas que una vez al volante de un auto, debería plantearme el comprar uno.

-De acuerdo, pues en taxi iremos. -Respondí para zanjar el tema. -Por cierto, ¿has tenido la oportunidad de relacionarte con alguno de los alumnos? Te sorprendería lo fuerte que es esta nueva generación, y no me refiero a la fuerza de sus poderes. -Le dije al recordar a Alice y a Selene, las únicas alumnas con las que había podido entablar una conversación relativamente duradera.

- Conoci a una alumna, pero parecía algo timida y a lo mejor intimidada por ser la jefa de estudios, pero su poder era excelente, podía copiar lsod e lso demás, increible... y bueno he visto a mas alumnos, todos parecen buenas personas y sensatos, por lo menso lo aparentan, creo que sera un placer tenerlos aqui como alumnos, son increibles

-Sí, es verdad. Estoy deseando darles clase para comprobar la calidad del alumnado. Seguro que de esta Mansión salen varias mentes prodigiosas, capaces de mantener una discursión puramente filosófica durante más de diez minutos. -"Pues sí, ójala." Miré al cielo, solo se escuchaba el viento rozar las ramas de los árboles y hacer agitar las hojas de estos, y de vez en cuando un ave cantarina que interrumpía su canto por las malas nubes.

- Yo con que aprendan a controlar sus poderes, aunque no salgan mentes extremadamente buenas, me doy por conformada -dije sonriendo mientras él observaba el cielo, el cual no avecinaba un radiante sol-.

-Bueno, alguien que sabe utilizar un arma, no siempre la utiliza para el bien. -Le contesté, esperando que nuestros alumnos no se dejasen influir tan fácilmente por cualquier otra persona que supusiese una amenaza para ellos mismos, y para la humanidad.

- Eso es verdad -conteste pensando- Pero nuestros alumnos no creo que sean malas personas y creo que ultilizaran el poder que tienen para el bien y no se dejaran manipular por otras personas -dije pensando en ese grupo de mutantes liberales que creian en que el mutante era una raza superior-. Aunque supongo que las apariencias engañan y alguno que otro no tendra suficiente fuerza para resistirse a esa política que tienen los otros

-Y eso es lo que más temo. -Le respondí, desviando mi mirada del cielo para mirarla a ella. En ese posible caso, ¿sería ético controlar la mente de aquellos alumnos que fuesen convencidos por liberales, o hacerles cambiar de idea telepáticamente? Aún no lo sé.

Le mire parecía preocupado, aunque era lo normal, no creo que le gustase la posibilidad de que algún alumno fuera corrompido por un liberal y pudiera cometer algún acto del que luego se pudiera arrepentir, o peor aun un acto que pusiera en peligro las vida o existencia de un lugar.
Mire al cielo, me gustaría encontar alguna respuesta para poder comprender que tienen algunos mutantes en contra de los humanos, es verdad que muchos no aceptan nuestra existencia, pero no entiendo un motivo mayor para querer el exterminio de la humanidad.

Ella parecía pensativa, no contestó ni dijo nada, solo miró al cielo en silencio. Ya sé que esta pregunta es muy impropia que la diga un telépata, pero ahí va: -¿En qué piensas, Elizabeth? -Le pregunté curioso.

- Intento ponerme en la piel de un liberal para descubrir que les mueve a actuar como lo hacen -dije respondiendole y volviendo mi mirada hacia él- podrias haber entrado en mi mente para descubrirlo, aunque en parte me alegra que respetes los pensamientos -añadí-.

-Según lo que sé de ti, no creo que puedas ponerte en la piel de un liberal. Normalmente se mueven por el odio que sienten hacia ellos, bien porque han sido acosados, maltratados, vejados por humanos duante su infancia, o bien porque los humanos hayan sido la causa de la pérdida de un ser querido, como pueden ser los padres, hermanos, etc. -Le dije sobre lo que yo sabía de los liberales en general a los que he podido leer la mente a lo largo de mi vida.

- Ya, supongo que se ven maltratados por la humanidad, pero igual no se exactamente algunos de sus ideales, aunque bueno yo solo se lo básico sobre ellos -dije pensando en sus palabras- por cierto, ¿por que dices que por lo qué sábes de mí no me puedo poner en la piel de un liberal? -pregunte curiosa.

-Bueno, una persona a quien le hayan intentado explicar qué se siente cuando se tiene un dolor de muelas, nunca entenderá realmente cómo es ni qué se siente exactamente cuando se tiene un dolor de muelas. Por esa misma razón, si tú no has sufrido lo que han sufrido los liberales, nunca podrás comprenderlos al 100%. Podrás hacerte una idea aproximada, pero no podrás llegar a empatizar con ellos realmente. -Le contesté con tranquilidad y despacio, para que lo entendiese.

- Bueno yo me intento hacer una idea aproximada, ya se que no lo comprendere al 100%, es imposible para alguien que no lo ha sentido en su piel, pero igualmente me gustaría conocer a un liberal y charlar, únicamente para que me explicara su punto de vista en la vida que nos ha tocado vivir, aunque no compartas sus ideas, es bueno saber los distintos puntos de vista -dije sonriendo y pensando en que no había visto a muchos liberales en estos años, quizas cada vez hubiera menos-.

-Es cierto... pero difícilmente alguien que sea liberal te va a decir que lo es. Por lo menos esa es la actitud general que conozco de algunos de ellos. -Le dije, aunque más que por informarla, se lo decía para que no intentara relacionarse con ese tipo de mutantes: son peligrosos y podrían causarle problemas.

- Ya, no lo suelen decir, aunque por como suelen hablar de los humanos, muchas veces se delantan solos -dije pensando- ¿tú has conocido a muchos? -le pregunte curiosa-.

-"Conocer", he conocido a pocos. Más bien he conocido los pensamientos y mentes de más de ellos. ¿Por qué? -Le pregunté con la curiosidad de saber por qué preguntaba aquello.

- Por curiosidad y porque por loq ue dices parece como si conocieras a bastantes o por lo menos te hallas documentado muy bien sobre ellos -contesté.

-Comprendo. Y... ¿sabes si algún familiar tuyo es también un mutante? -Le pregunté tras haber pensado sobre ello hace unos minutos.

- No lo sé, mis padres se separaro cuando yo era pequeña y nunca tuve una relación con mi padre y mi madre.... simplemente nunca quiso hablarme de nada sobre los mutantes. -conteste pensando en si mi madre me escondía algo realmente importante- ¿tú, algún familiar?

-Que yo sepa no. Mis padres estoy seguro de que no lo son, y mi hermano... bueno, no me dio tiempo de saberlo, murió antes de que a mi se me activase la telepatía. -Le contesté con cierta melancolía. Aunque rápidamente volví a sonreir para evitar incomodidad.

- Oh, lo siento -dije tras escuchar que su hermano se había muerto cuando él era pequeño-. debio ser duro para ti