Aire... ¿libre?

Tras escuchar su comentario le respondí sin perder la sonrisa. -Todo lo duro que puede ser la muerte de un ser querido para un niño de 12 años... -Le contesté, recordando entonces la ingenuidad e inocencia de la juventud, en la que no te sueles hacer preguntas relacionadas con el tema de la muerte.

- La edad da igual la muerte de un ser querido se sufre igual, además seguramente estabais unidos -dije mostrando una sonrisa y mirandolo-.

-Bueno, ni mucho ni poco... Aunque tampoco es que me acuerde yo mucho de mi infancia al lado de mi hermano. -Le respondí devolviendole la misma sonrisa.

- A mi me hubiera gustado un hermano o hermana para que asi mi madre no me incordiara-sonrei de nuevo- pero eso ya es el pasado y es mejor olvidar lo malo y conservar lo bueno -dije recordando que eran las palabras que me decía mi abuelo-.

-Si... el pasado... -Murmuré a la vez que bajaba la mirada, algo serio. Cierto es que el pasado aún golpeaba con fuerza en mi conciencia, y que no podía evitarlo. Pero las palabras de Elizabeth eran sabias, aunque difícil de cumplir...

Vi como bajaba la mirada hacia el suelo, triste, serio,... me apetecía poder encontrara alguna palabra para que se sintiera mejor en ese moemnto pero no enocntraba ninguna, puse una mano en su hombro en forma de consuelo y le dedique una sonrisa de animo.